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Trieste, Abril10 de 1939 Tomado de www.eternacadencia.com.ar |
En el café San Marcos de Trieste, Claudio Magris acude diariamente, si está en la ciudad, y pasa horas sentado en la mesa reservada para él. A cualquier hora que llegue, los meseros le llevan café, aceitunas y pan.
Para disfrutar de este momento de reposo, Magris ha logrado construir una vida alrededor de sus traducciones, horas de docencia universitaria, escritura de libros y viajes.
SUS HUELLAS PROFESIONALES
Sobre su vida se puede encontrar buena información en internet, pero aquí podremos seguir sus huellas hasta el presente de manera breve, para entender su mirada y apreciaciones sobre el viaje, lo que ha construido a partir de ellos, en una narrativa de continuo camino entre lo individual y lo colectivo, en una Europa que le preocupa por sus fronteras sociales, culturales y espirituales.
Procede de una familia sencilla cuyo padre se dedicó a la venta de seguros y su madre a la enseñanza primaria.
Su interés por el estudio lo llevó a graduarse en 1962 como germanista de la Universidad de Turín. Allí, posteriormente fue profesor titular de Lengua y Literatura Germánicas en la misma universidad en el período de 1970 a 1978.
En la actualidad es profesor en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Trieste. Con frecuencia asiste a París a dictar algunos cursos.
Escribe artículos en diversos periódicos europeos y dedica buena parte de su tiempo a la traducción al italiano de autores como Henrik Ibsen, Heinrich von Kleist y Arthur Schnitzler.
Gran lector y ensayista, sus intereses se han dirigido a las obras de Joseph Roth, Robert Musil, E.T.A. Hoffmann, Henrik Ibsen, Italo Svevo, Hermann Hesse y Jorge Luis Borges.
Su obra literaria se ha inspirado en el mito de la frontera para así poder explicar los problemas urgentes y siempre vigentes de la identidad contemporánea, de la que no escapa casi ningún país.
Se ha interesado en el conocimiento de la cultura centroeuropea, tanto como escritor de ensayos, novelas y libros de viajes, como traductor y catedrático de diferentes universidades.
PREMIOS RECIBIDOS
-Premio Strega, el más importante de literatura en Italia, recibido en 1997.
-Premio Erasmus de Países Bajos recibido en 2001.
-Premio periodístico Juan Carlos I por el artículo "El titiritero de Madrid".
-Fue nombrado Cavaliere di Gran Croce Ordine al mérito de la República Italiana en 2002.
-Obtuvo la medalla de oro del Circulo de Bellas Artes de Madrid en 2003.
-Premio Príncipe de Asturias de las Letras, recibido en 2004 en donde señalan: " Encarna en su escritura la mejor tradición humanista y representa la imagen plural de la literatura europea al comienzo del siglo XXI. Una Europa diversa y sin fronteras, solidaria y dispuesta al diálogo de culturas. En sus libros muestra Magris, con poderosa voz narrativa, espacios que componen un territorio de libertad, y en ellos se configura un anhelo: de la unidad europea en su diversidad histórica".
-Honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid en 2006.
-Premio Viareggio recibido en 2007 por La autoría non finita.
-Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán, recibido en 2009.
- Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, recibido en 2014 en Guadalajara- México.
SUS LIBROS
A sus 22 años escribió su primer libro que tuvo como base su tesis doctoral y que tituló "El mito habsbúrbico en la literatura austríaca moderna".
En 1984 publica "Conjeturas sobre un sable"; en 1986 publica "El Danubio", su obra maestra; en 1991 publica "Otro mar"; en 1987 publica "Microcosmos". En 2005 publica "A ciegas".
Su libro sobre viajes "El infinito viajar" también publicado en 2005, se constituye en lo que le ocurre a muchos escritores viajeros: sus notas o diarios de viaje son la garantía de sus futuros libros.
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Abril 10-1939 Trieste-Italia |
En "El infinito viajar", Magris expone su mirada sobre el sentido del viaje, su importancia y reúne diferentes experiencias viajeras y dedica interesantes ideas acerca del sentido de viajar, los escritores-viajeros y la decodificación de la experiencia del viaje.
EL SENTIDO DE VIAJAR PARA EL SER HUMANO:
"...Pero cuando yo viajaba por los vastos países danubianos o por los periféricos microcosmos, encaminándome en una dirección determinada, siempre dispuesto a hacer disgresiones, paradas y desviaciones repentinas, vivía persuadido, como ante el mar; vivía sumergido en el presente, en esa suspensión del tiempo que se verifica al abandonarnos a su leve discurrir y a lo que la vida nos trae -como una botella abierta bajo el agua y rellenada por el fluir de las cosas, como decía Goethe viajando por Italia.
En un viaje vivido de tal manera los lugares pasan a ser etapas y a la vez moradas del camino de la vida, paradas fugaces y raíces que inducen a sentirse en casa en el mundo". Fragmento del libro El infinito viajar.
"Viajar no para llegar si no por viajar, para llegar lo más tarde posible, para no llegar posiblemente nunca".
"En el viaje, desconocidos entre gente desconocida, aprendemos en sentido fuerte a no ser Nadie, comprendemos concretamente que no somos Nadie. Y precisamente, en un lugar querido que se ha trocado casi físicamente en una parte o prolongación de la propia persona, esto permite decir, haciéndole eco a don Quijote: "aquí yo sé quién soy".
Los viajes son una aventura que nos saca de lo cotidiano y por tanto nos invita a olvidar la identidad que nos da pertenecer a un lugar:
"La pregunta es si Ulises -especialmente el moderno- vuelve finalmente a casa y, a pesar de las más trágicas y absurdas peripecias, ha confirmado su identidad y encontrado o corroborado un sentido de la existencia o descubre tan solo la posibilidad de formarse; bien si pierde el significado de su vida y se pierde a sí mismo en el camino, disgregándose en vez de construirse el suyo".
En entrevista con Carlos Aguilera, Magris expone con profunda claridad el sentido de viajar y cruzar fronteras, tema que ha sido constante en sus diferentes escritos. Algunos apartes de la entrevista tienen un carácter filosófico que bastante bien hace a la percepción del viaje:
" El mundo es infinito, e infinito también es la narración del mundo".
" ...comprendí que para hacerme a una cultura, para madurar, tenía que ser capaz de franquear esa frontera no sólo físicamente con un pasaporte o visado, sino también espiritualmente".
" Se puede, se debe y se tiene que amar la frontera. Necesitamos fronteras de toda índole, morales y culturales. Pero entendiendo la frontera como puente, no como barrera o barricada. Queda el reto de traspasar las fronteras y desplazarlas. Si se las ve como algo rígido, sólido, como un ídolo, entonces las fronteras también piden sangre".
"Uno puede amar las fronteras cuando sabe que son perecederas; de lo contrario, esas mismas fronteras se vuelven letales".
Sus apreciaciones sobre la actividad de viajar, nos propone una mirada refrescante tras siglos de ser la innata compañera del ser humano.
"Viajar no quiere decir solamente ir al otro lado de la frontera, sino también descubrir que siempre se está en el otro lado".
"Un lugar no es sólo su presente, sino también ese laberinto de tiempos y épocas diferentes que se entrecruzan en un paisaje y lo constituyen".
"El paisaje no es solo naturaleza y arquitectura, golfos, bosques y casas, senderos de hierba y de piedra; es también y sobretodo sociedad, personas, gestos, costumbres, prejuicios, pasiones, alimento, banderas fes".
SOBRE EL ESCRITOR VIAJERO
"...el viajero-el escritor- baja como un arqueólogo a los diferentes estratos de la realidad, para leer incluso los signos escondidos debajo de otros signos para recopilar el mayor número posible de existencias e historias y salvarlas del río del tiempo, de la ola disipadora del olvido, como si construyera una frágil arca de Noé de papel aun siendo irónicamente consciente de su precariedad".
"A veces es como si el viajero resurgiera del agujero negro de su personalidad y se quedase casi sorprendido de la dirección en la que le llevan sus pasos, revelándole partes del corazón antes desconocidas para el".
CUADERNO DE VIAJE Y LA POSIBILIDAD DE DECODIFICAR EL VIAJE
Los escritores viajeros dedican muchos de sus viajes a ser interpretados como una experiencia que puede ser compartida con el mundo. Así:
"Este libro se hizo con páginas vinculadas al momento en que se realizó el viaje, se cruzaron una frontera o un estado que quizá ya no existen, se entrevistó un gesto o una expresión en un rostro, se oyó un grito".
"En El Danubio o en Microcosmos el viaje, las personas y las cosas vistas, las historias recogidas por el camino vuelven a inventarse y a narrarse convirtiéndose en la historia de un personaje, en su mayor parte imaginario. Ya no pertenecen a aquel viaje; tienen otra medida, otro tiempo mixto y compuesto, el de la literatura, que no coincide con el de la gramática y tampoco con el de la Historia".
"Creo que es precisamente esta la aportación que las páginas de viaje pueden hacer al conocimiento de la Historia, o sea, de nuestra vida individual y colectiva... La vida y la Historia siguieron adelante más allá de estas páginas, para bien y para mal".
"Cada viaje, obviamente, tiene su medida, su ritmo, su paso y su respiración. Algunos vagabundeos más lentos y relajados se abren a un múltiple tiempo épico".
"A veces estas páginas son además una cantera de materiales, experiencias y epifanías que habían de ser reelaboradas y metabolizadas mas tarde en textos narrativos".
"Ciertos motivos, episodios y figuras en ocasiones incluso la primera intuición o la idea central generadora de un libro- El Danubio, Otro mar, Microcosmos, Il Conde- nacieron de un atisbo registrado en esta páginas, de una revelación o un destino aflorados casi por casualidad y anotadas en el cuaderno de viaje".
Con relación a escribir el viaje, Magris es intenso en el libro.
"Si el recorrido del mundo se transfiere a la escritura, este se prolonga en el traslado de la realidad al papel -tomar apuntes, retocarlos, borrarlos parcialmente, reescribirlos, desplazarlos, variar su disposición.
Montaje de las palabras y las imágenes, captadas desde la ventanilla del tren o cruzando una calle y doblando la esquina".
Claudio Magris no sólo invita a viajar, sino a entender el viaje como la opción de cruzar fronteras y entender el mundo más allá del territorio cotidiano y conocido.
De igual manera invita a decodificar la maravillosa experiencia del viaje, para compartirla con lectores ávidos del género viajero.